jueves, 17 de septiembre de 2015

DMT NO TENEMOS IMAGINACIÓN SUFICIENTE PARA HACERNOS UNA IDEA DE LO QUE NOS PERDEMOS. (JEAN TOOMER)

Introducción. Ciencia y sociedad.

La historia del uso de plantas, hongos y animales por el hombre, por su efecto psicodélico, es muy anterior a la historia escrita, y precede la aparición de la moderna especie humana. Ronald Siegel y Terence McKenna proponen incluso que nuestros ancestros simiescos imitaron otros animales comiendo cosas que causaban un comportamiento inhabitual. De este modo descubrieron las primeras substancias causantes de alteraciones mentales.

Cada vez son más los estudios que afirman la utilización de psicodélicos por parte de antiguas culturas por su efecto sobre la conciencia. Arqueólogos han descubierto antiguas representaciones africanas de hongos creciendo en un cuerpo humano, y recientes descubrimientos en arte rupestre prehistórico en Europa Septentrional sugieren la notable influencia de una consciencia psicodélicamente alterada.

Ciertos autores han emitido la hipótesis de que el lenguaje se desarrolló a partir de una comprensión y asociación psicodélica derivadas de los sonidos bucales emitidos por los primeros homínidos. Otros aseveran que son los estados psicodélicos los que han proporcionado las bases de la conciencia humana más antigua en materia espiritual y por tanto religiosa.

Las visiones, estados extáticos, y el despegue de la imaginación posibilitados por las drogas psicodélicas dieron a dichas substancias un papel importante en las más antiguas culturas. Varios siglos de investigación antropológica han demostrado que esas sociedades hacían uso de psicodélicos para mantener una cohesión y solidaridad social, contribuir en las artes curativas y e inspirar la creatividad artística y espiritual.

Los indígenas del “Nuevo Mundo” utilizaban, y continúan utilizando, una amplia gama de hongos y plantas psicotrópicas. La mayor parte de cuanto sabemos sobre psicodélicos procede del análisis químico de substancias químicas encontradas en materiales del hemisferio occidental: DMT, psilocibina, mescalina, y diversos compuestos similares al LSD.